Traducciones en los restaurantes que dan retortijones
Ni la sal de frutas te va a librar del mal rato
Spain is different. Ya lo decía aquella campaña publicitaria de los años 60 con la que nos convertimos en una potencia turística mundial.
Ser una potencia turística mundial nos ha llevado a la falsa creencia de que, como tenemos lo que buscan los turistas (sol, playa y buena comida), no necesitamos cuidarlos.
La traducción en los restaurantes
Por suerte, muchos restaurantes se han dado cuenta de que, para atraer a un turismo de calidad, hay que ofrecer calidad. Una calidad que no solo está presente en el producto, sino también en el local, en sus camareros y en cómo presentan su negocio al cliente.
¿Qué es lo primero que ve el cliente cuando llega a un restaurante?
La carta.
Todos hemos visto imágenes reales en Internet donde se ven cosas como octopus to the party para pulpo a feira o peppers with beautiful para pimientos con bonito. Estas traducciones, además de confundir a tu cliente, dan mala imagen a tu restaurante.
Una vez tuve que hacer un presupuesto para un restaurante que había traducido su carta a inglés, francés y alemán y quería una revisión de la traducción. Según me dijo el propietario, lo habían hecho internamente. Uno de los platos era huevos rotos con gulas, que habían traducido como scrambled eggs with gluttony. Gluttony significa gula. El pecado de la gula.
Como había varios errores de este tipo, recomendé al cliente traducir desde cero. La diferencia de precio era mínima y sería un trabajo más justo para todos. Para el cliente, porque tendría una traducción de calidad, y para el traductor, porque a veces es más rápido traducir desde cero que revisar una mala traducción.
La traducción es una inversión para cualquier negocio
Si inviertes en hacer una carta bonita, con fotos profesionales, con un diseño que haga destacar tus platos especiales, ¿por qué no asignas una parte de tu presupuesto a la traducción de la carta?
Una carta bien traducida ayudará a que tus clientes se sientan más cómodos en tu local y pidan platos más caros.
Además, también ayuda a tus camareros. Si la carta está bien traducida, el cliente sabrá perfectamente qué pedir y no hará tantas preguntas al camarero, que no sabrá responder si no tiene un buen nivel de idiomas.
La gastronomía es un campo en el que hay muchos elementos culturales. No usamos los mismos ingredientes, ni las mismas técnicas, ni nos gustan los mismos sabores. Al igual que muchos cocineros adaptan platos extranjeros a la cultura local, la traducción debe adaptarse para que el comensal sepa qué va a comer. A veces se recurre a explicar el plato; en otras ocasiones se usan elementos que son conocidos en la cultura de su país, aunque no sean exactamente iguales.
¿Qué hay más malagueño que un espeto de sardinas?
Poca cosa. Además, el arte de espetar es algo que también es desconocido en muchas partes de España. Para muestra un botón: yo no supe qué era un espeto hasta que vine a vivir a Torremolinos hace casi 11 años.
El año pasado pregunté a mis compañeros traductores cómo traducirían este plato a inglés, francés, alemán y neerlandés y estas fueron las traducciones que propusieron.
¿Son estas las únicas traducciones posibles para este plato? Por supuesto que no.
¿Son traducciones útiles? Sí, porque utilizan elementos de la cultura de destino que son fáciles de reconocer para el cliente. Aunque dejemos el nombre del plato en español, el cliente quiere saber qué es.
Trabajo en equipo, dentro y fuera de la cocina
A la hora de traducir una carta, es imprescindible la colaboración del cliente. El cocinero sabe qué lleva su plato y cómo se cocina, pero ¿cómo se explica eso a un comensal extranjero?
En el restaurante Kaleido Málaga Port entienden perfectamente la necesidad de una buena traducción. Mi equipo y yo llevamos un tiempo colaborando con ellos para ofrecer unas cartas en inglés fáciles de entender para sus clientes. En cada encargo, Robert, el jefe de cocina y Fátima, responsable de las relaciones públicas del restaurante, nos ayudan a entender mejor los platos, porque necesitamos más información que la que vemos en la carta en español.
¡Marchando unos ejemplos de traducciones de platos típicos!
Flamenquín ibérico con patatas y alioli
Flamenquín (deep fried crumbed roll of Iberian pork loin and ham) with fries and aioli sauce
Tortilla de patatas con jamón y porra.
Spanish omelette with ham and porra (a cold, smooth, tomato-based cream)
Tosta de guacamole y salmón ahumado
Guacamole and smoked salmon crostini
Además, en un restaurante no solo se traducen las cartas. En aquellos restaurantes que también organizan eventos se suele firmar un contrato, en el que se estipulan las condiciones del evento, las formas de pago, las posibilidades de modificación del menú y las condiciones de cancelación. Es importante que toda esta información esté bien traducida, así evitaremos malentendidos que puedan llevar a la cancelación del encargo por parte del cliente.
¿Necesitas ayuda con la traducción de tu carta? Danos un toque 😉.
Hasta la próxima entrada y ¡que aproveche!
Alicia