Dando puntadas
ilustración de chica cansada por hacer posedición de traducción automática

Cómo evitar que la traducción automática te pase factura

Poseditar es fácil si sabes cómo

 

Todos los sectores tienen una frase que ha pasado a la posteridad, ya sea por su fuerza o porque se ha repetido hasta la saciedad, como La arruga es bella o El contenido es el rey. En traducción también tenemos la nuestra:

La traducción automática ha llegado para quedarse

Y así es, nos guste o no.

Especialmente en el campo de la localización, la traducción automática se combina con traducción humana para poder aumentar la productividad. Y sí, para reducir las tarifas también. Llevo 18 años en el sector y todavía no ha venido ningún cliente a ofrecerme proyectos de traducción automática sin esperar una reducción en la tarifa, así que sé de lo que hablo. Sin embargo, este artículo no es para hablar de tarifas.

¿Qué es la posedición?

Por ponerlo de manera muy simple, la posedición es el proceso de adaptación de un texto traducido con un sistema de traducción automática para que suene natural en la lengua de destino y cumpla el fin deseado. Existen varios niveles de posedición, en función de las características del texto y de los cambios que el cliente nos pida.

Por un lado, tenemos la posedición leve (light post-editing), en la que prima el mensaje sobre la forma. Es decir, se aceptan ciertos errores que, si no se corrigen, no afectan al significado del texto. Por ejemplo, se puede aceptar algún error tipográfico y alguna construcción gramatical que no suene muy natural, mientras el usuario pueda entender el texto.

Por otro lado, la posedición completa (full post-editing), en la que se hace una posedición más profunda, y donde se presta atención al mensaje y a la forma. Se corrigen todos los errores ortográficos, ortotipográficos, gramaticales, etc. Es un tipo de posedición más parecido a una revisión, porque persigue que el texto final se entienda como un original en el idioma de destino.

Hay que aprender a poseditar

Este verano he trabajado para un cliente que ha creado un curso de posedición de inglés a español para sus traductores. Primero le ayudé a clasificar los errores en el texto traducido con el motor de traducción automática (sintaxis, gramática, ortografía, etc.) y después tuve que evaluar los trabajos realizados por dos alumnos, a los que voy a llamar Óscar y Paula.

En mi evaluación de los trabajos de Óscar y Paula encontré este tipo de errores:

  1. Corrección insuficiente: se omitieron correcciones necesarias para que el texto cumpliera su función.
  2. Corrección excesiva: se hicieron correcciones que, aunque mejoraban el texto, no eran necesarias para que el texto cumpliera su función. Esto supuso un esfuerzo extra para los traductores.
  3. Nuevos errores: errores introducidos por los traductores que no existían en la traducción automática.

¿Qué pasa si poseditamos demasiado?

La traducción es un proceso muy subjetivo, por lo que establecer el límite de hasta dónde hay que poseditar es difícil.

En mi opinión, tenemos que tener muy claro que, aunque sea una posedición completa, no es una revisión. Si fuera una revisión, el cliente nos daría más tiempo para hacerla y nos pagaría a precio de revisión. Por tanto, si dedicamos a una posedición el tiempo que dedicamos a una revisión, estamos perdiendo dinero.

Pero no es solo cuestión de dinero.

El principal problema de poseditar demasiado es el cansancio. Cuando nos enfrentamos a un texto para poseditar, es habitual empezar con ganas y meter más cambios de la cuenta porque pensamos que vamos bien de tiempo y que la traducción quedará mejor. A medida que avanzamos, el trabajo es cada vez más tedioso (poseditar no es divertido, las cosas como son) y hay más posibilidades de cometer errores, como les pasó a Óscar y Paula.

Como ocurre con otros proyectos, las traducciones automáticas se nos pueden atragantar por diversos motivos:

  • La calidad no es la esperada y hay que poseditar más de lo que habíamos pensado.
  • Es un texto complejo (en cuyo caso creo que no debería usarse la traducción automática).
  • Estamos cansados y perdemos la concentración fácilmente.

Poseditar puede llegar a ser agotador si no entiendes bien lo que hay que hacer

A la hora de hacer una posedición, lo mejor es tener muy claro lo que hay que hacer y afrontar el texto como lo que es: una traducción automática que hay que mejorar para que cumpla unos requisitos mínimos. 

Personalmente, no acepto todos los proyectos de traducción automática que me ofrecen. Para mí, una traducción automática también tiene que tener unos requisitos mínimos para poder trabajar en ella. Antes de aceptar un encargo de esta modalidad, echo un vistazo al contenido que tengo que poseditar y a los requisitos de calidad del cliente. No todos los textos son aptos para traducción automática.

Sé que es un tema polémico, así que no dudes en dejar tu opinión en los comentarios. Todas las opiniones expresadas desde el respeto son bienvenidas 😊.

¡Hasta la próxima entrada!

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